El tacto pedagógico de Max V nos hace reflexionar acerca
de la importancia que deben tomar nuestras actitudes y expectativas para
orientar el desarrollo de las clases, en otras palabras que nuestra forma de
actuar y relacionarnos con el grupo generen siempre un ambiente libre, en donde
se aprenda a escuchar, y sobre todo a comunicarse y se generen diversos
factores que permitan que los alumnos puedan desenvolverse, teniendo confianza
en su maestro.
Por lo tanto el docente, deber permanecer en un actitud
considerable y comprensible en atender las necesidades e intereses de los
alumnos, e incluso poder atender la necesidad y las diversidad de capacidades en su grupo. Debe tomar en
cuenta que los niños tienen diferentes estilos de vida que se reflejan en el
aula, por lo tanto debe desenvolver ese papel de investigador, e incluir el
problema como propio y buscar una solución, para que el niño tenga el mismo
nivel que los demás.
La importancia de que el docente desarrolle el tacto
pedagógico, es porque lo ayudara a comprender el pensamiento de los alumnos,
volviendo apto para estas situaciones y resolverlas, comprender que debe
involucrarse en las cuestiones que van más allá del aula, pues hará que mejore
su trabajo como guía, y beneficie al aprendizaje, poniendo en práctica la
equidad e igualdad en aprendizaje, en la educación de sus alumnos.