jueves, 27 de septiembre de 2012

La transformación de la organización y funcionamiento cotidiano de las escuelas...


Esta lectura nos comparte acerca de las diversas circunstancias que se establecen en la escuela recalcando una organización colaborativa, es decir una gestión escolar. Partiendo de los cambios que se dan a través del paso del tiempo, y lo que hoy en día se nos establece como reto al enfrentarnos a nuevos programas de estudio que siempre han buscado el buen funcionamiento de las escuelas y la calidad educativa. Tratando de proporcionar una equidad a través de nuestro trabajo formativo para lograr la adquisición de conocimientos significativos hablando de lo que la nueva reforma nos indica para favorecer el rendimiento escolar. Por las cuestiones mencionadas también destaca nuestra participación como docentes exhortándonos a mejorar las prácticas y formas de evaluación, lo que más debemos tener en cuenta es acercarnos a las necesidades de los alumnos y a su vida real, involucrando no solo al alumno sino de la misma manera a los padres de familia, por lo tanto  no solo se exige contar con los conocimientos necesarios sino también asumir nuestras responsabilidades en todo el proceso de enseñanza aprendizaje y comprometernos cada día a una mejora continua que otorguen prioridad al trabajo en equipo.
La reflexión que nos deja el autor Rodolfo Ramírez es que la escuela no es una institución aislada mucho menos el trabajo del maestro, que si como docentes tuviéramos la iniciativa y disposición de trabajar en conjunto lograríamos una mejor eficacia y calidad educativa, a través de la organización. Sin embargo es evidente que se logre pues en lugar de accionar la mayoría buscan culpables, y en vez de aprovechar de manera efectiva los recursos con los que contamos y tenemos en disposición como un factor de enseñanza, se hace lo contrario, así los pretextos pueden ser muchos, pero  los resultados siempre serán los mismos deficientes. El trabajo del docente  ya no es aquel arte que se practique por amor, pues la demanda del servicio educativo, está exigiendo cada vez más, lo cual para el docente implica un requisito administrativo, es decir que solo cumple por obligación, sin darle verdadera importancia a lo que realmente ocurre en el aula, de tal manera que no hay una autoevaluación consciente sobre su desempeño. Vale la pena marcar la diferencia cuando se obtienen resultados satisfactorio que solo pueden lograrse a través de la entrega total del docente que estén dispuesto hacer la nueva escuela donde todos los alumnos tengan prioridad a la enseñanza por igual.

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